viernes, 29 de junio de 2012

La madre del borrego

Creo que el mayor problema que tenemos hoy día los argentinos es muy sencillo:

1.- No tenemos identidad de Nación (somos o pueblo originario, o bolita, o paragua, o peruca, o charrúa, o tano, o gallego, o inglés, o francés, hasta israelíes o lo que merda sea. No pidamos criollos porque esos se murieron en la Guerra de la Independencia)

2.- Culpamos los orígenes políticos (zurdo de mierda, gorila hijo de puta, peroncho ladrón, radical pelotudo, liberal sorete), pero en eso tenemos sangre azul porque lo venimos haciendo desde la primer fundación de Buenos Aires

3.- De los puntos 1 y 2 podemos afirmar de donde venimos pero imposible afirmar qué somos, entonces menos que menos saber hacia donde vamos

4.- Creemos tener ideologías pero lo que en realidad tenemos son caudillos (eso también es histórico, hasta Urquiza - a mi creer el último federal - peleó contra Rosas y traicionó a Paraguay por prestarnos ayuda contra Brasil) que se embanderan con las consignas de la época y evocando algún nombre medianamente histórico

5.- En nuestro diccionario no existe la palabra autocrítica y en lugar de memoria tenemos Alzheimer, razón por la cual nunca aprendemos de nuestros propios errores y siempre tenemos alguien de adentro (unitarios, federales, conservadores, liberales, autónomos, radicales, peronistas, izquierda o militares) o de afuera a quien responsabilizar por nuestros fracasos (España, Inglaterra, Francia, EEUU, Cuba, URSS, Brasil, Chile y hasta Uruguay, además del FMI, BM, Club de París, etc.)

Ya casi creo que nuestro problema no es educacional sino de soberbia. Mas allá que nuestro sistema educativo es un mamarracho (aprovecho para felicitar a quienes pensaron e implementaron esa fabulosa medida de no repetir primer grado) vivimos en una sociedad que acarrea odios ancestrales que cuando no son transmitidos en el seno familiar, hace lo propio el gobierno de turno.

El último acto de aprente acercamiento entre partes fue el encuentro de Justo José de Urquiza y Domingo Faustino Sarmiento en el Palacio San José (el "pacto de Olivos" no fue un acercamiento sino un acto de genuflexión, y la "transversalidad" fue un circo armado para juntar poder por haber llegado a la presidencia con el 22% del electorado). Vaya casualidad que a partir de ese encuentro que tuvo lugar el 3 de febrero de 1870 el país empezó a crecer. Ese encuentro no le salió gratis a Urquiza porque lo asesinaron con ese pretexto.

¿Será por eso que nunca más hubo un acercamiento así entre posturas opuestas?

Yo quiero creer que todos los partidos políticos tienen como objetivo la grandeza de la Patria pero lamentablemente no dejan de desilusionarme a diario.

El PJ, desde que murió Perón, es un manojo de internas interminables. El 90% de sus integrantes se cagan en su carta fundacional y por eso hay un peronismo de izquierda, uno del centro, uno de derecha, uno de la primera hora y otro sindicalista. Lo que pasa es que el mero hecho de llamarse peronista garpa mucho y entonces todos se quieren meter ahí adentro.

La UCR ahora se la quiere tirar de padre de la democracia olvidando sus orígenes golpistas. Tampoco tienen muy claro si son un partido conservador, liberal o de izquierda.

El PRO, en su momento la única opción de derecha, hasta ahora nunca supo actuar como derecha.

El Partido Socialista es tan errático como la UCR. No por nada se alían cada dos por tres para luego defraudarse mutuamente.

Lilita Carrió merece un párrafo a parte. En su momento se abrió de la UCR y primero fundó el ARI para luego irse de ahí y fundar la CC (por más que quieran disfrazarlo de la misma cosa es sabido que la segunda es una costilla de la primera). Nada puede decirse de la integridad intelectual de Carrió. Lo que se puede decir es que de tan ortodoxa se termina peleando hasta con su perro.

Después viene el resto de la izquierda trasnochada que habla de Trotsky, Mao, Lenin y Stalin. No por nada tienen menos llegada que trompada de manco. Me estaba olvidando que también tuvimos un delirio de ultra derecha pero ya fue disuelto. Lo raro es que un partido de extrema derecha sea disuelto por la Corte Suprema pero los de extrema izquierda sigan vivitos y coleando.

Terminando este bodrio, me parece que tenemos que encontrarle una vuelta a los 5 puntos del inicio. Si podemos hacer eso a medias, el resto viene fácil. De lo contrario vamos a seguir con la mierda cotidiana que venimos respirando desde que tengo uso de memoria.

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