Más opio para las masas

El gobierno de turno está feliz. Ya saben que por lo menos durante un mes y medio o dos meses de 2010 nadie va a joder porque vamos a tener al 90% de la población ocupada viendo como va el mundial de fútbol.

Ese es el momento ideal para hacer tronar los decretos de necesidad y urgencia. Hay que aprovechar ese tiempito para pasarse bien por el medio del orto al Congreso y al Poder Judicial.

Ayer estaba viendo el partido y deseaba con todo mi ser que Uruguay nos ganara y que Ecuador le ganara a Chile. No nos vendría nada mal quedarnos viendo desde afuera un mundial. No me vengan con "si pensás así es porque no sos argentino". Pienso así porque ya estoy podrido de ver como en ese momento todos los medios de comunicación parecen estar con anteojeras y se aprovecha para hacer cualquier mamarracho político.

Si ya se hace cualquier boludez en la clasificación ¿qué será de nosotros en pleno mundial?

Las personas que están contra Botnia y dejaron sus hogares para irse a vivir a los puentes que unen Argentina con Uruguay para poder cagarles la vida de manera más eficiente a quienes quieran cruzar dejaron las vías libres para que los hinchas no vieran afectados sus profundos sentimientos patriotas para alentar a nuestra selección nacional. En el mejor de los casos esto es un acto demagógico, pero yo diría que en realidad es un acto oligofrénico. ¿No hubiese sido uno de los mejores momentos para demostrar el enojo contra la papelera finlandesa?

Como cereza del postre, después de un partido sin ningún tipo de emoción (más allá que necesitábamos un gol a favor para no ir al repechaje) que fue ganado pocos minutos antes de su finalización, tenemos que aguantarnos a un Maradona dando cátedra al periodismo con frases del estilo "que me la chupen" y "que me la sigan chupando".

Señoras y señores, unas joyitas tenemos representándonos. No conformes con los políticos de cuarta, tenemos un director técnico de la selección nacional que deja a los primeros como señoras de la más refinada nobleza inglesa.

Entre usted y yo... QUE CAGADA LA QUE NOS RODEA.