miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Están nerviosos?

Haciendo referencia a la famosa frase del finado, "¿Qué te pasha Clarín, estásh nerviosho?". Ahora parece que le pasa eso mismo al FPV porque están contando voto a voto en una provincia para ver si ganan la gobernación o no.

El estado de nerviosismo (leer las declaraciones del candidato del FPV y de tegobi Fernández) denota la mediocridad democrática que tenemos.

Si gana el FPV en Chubut, bien por ellos. ¿Si no ganan cuál es el problema? ¿No se supone que los políticos están para hacer que todos tengamos una vida mejor?

Es tan pedorra la política que tenemos que da vergüenza ajena. Cuando gana el oficialismo sale Cristina con bombos y platillos a hablar del "modelo" y de paso llora un poquito al finado de su marido. Cuando se cuestionan las "políticas de Estado" (lo pongo entre comillas porque si hay algo que no existe acá son políticas de Estado, lo que existe son deseos de gobiernos de turno que duran lo que sus mandatos) o están ante una inminente derrota, por más insignificante que sea, salen a sembrar pánico de falta de gobernabilidad, fraude electoral y de paso también lo lloran un rato al estrábico.

¿Por qué tanto escombro por un presunto cambio de partido en una provincia? La realidad es sencilla y triste. Porque en este País nunca aprendimos lo que es la democracia, siempre se siguieron caudillos, tanto a nivel provincial como a nivel nacional. Tanto el oficialismo como la oposición cuentan únicamente con caudillos mediocres, gente que lo único que buscan es el culto a su personalidad.

Lo máximo que se les cae de la sinapsis neuronal es la comparación de izquierdas y derechas. ¡Que berrata, por Dios! ¿Desde cuándo es pecado ser de derecha o izquierda? La izquierda empezó a ser pecaminosa a comienzos de la guerra fría, allá por la década de 1950. Pero la nueva moda es el pecado de la derecha, a la que los loros borrachos gustan llamar neoliberalismo, que parece haber empezado a partir de 2001 (cuando se mandó a mudar De la Rua).

Déjense de joder. Este País siempre tuvo políticas conservadoras. Los planes, asignaciones y demás pelotudeces aplicadas desde 1983 a la fecha no sirvieron para un carajo. La realidad es que las villas siguen creciendo al igual que la brecha social. ¿Nunca se pusieron a pensar en quién se beneficia con todo esto? Los únicos que se benefician son los políticos, quienes sin ningún tipo de rubor siguen hablando de "pueblo" y "compromiso" pero jamás les afectó una puta crisis. Los "señores" siguen ahí con su eterna caradurez, haciéndose los boludos y tomándonos por boludos. No saben como coños justificar su enriquecimiento pero siempre tienen una frase lista para adjudicarles todos los males a su principal opositor. Mientras tanto, oficialistas y opositores siguen viviendo su gran vida cuando el resto de la gente común y corriente anda corriendo la coneja para ver, en el mejor de los casos, cómo se hace para no perder lo poco que se tiene.

Basta de paparruchadas. Políticas de Estado son definir estrategias en energía, producción agropecuaria e industrial, salud, educación y seguridad (tanto interna como externa), no hacer barullos con el fulbo, merluza, milanesas y reinagurar por décima vez algo ya existente. Además, las boludeces "para todos" no sirven de nada si no existe un marco legal previsible (cosa que no existe acá porque las leyes cambian según el humor con que se levantan los políticos).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente.
Completamente de acuerdo contigo.

Francisco Sola dijo...

así es pato, toda la razón. Son mal perdedores, te juro que ya estoy cansado de este gobierno y de esta política, hay que hacer el cambio, los países vecinos nos están alcanzando, es imperdonable eso

Ron Damón dijo...

Anónimo y Francisco: muchas gracias por dejar sus comentarios.

Francisco: me parece que no sólo son malos perdedores sino que también se cagan de lleno en todos los argentinos. Mirá si serán ridículos que en el momento de perder la mayoría en el Congreso dijeron que fue "sólo por dos puntitos" pero en cuanto a la gobernación de una provincia se ponen como locos. Lo tragicómico es que teniendo mayoría en el Congreso pueden aprobar todas las leyes que se les ocurran, pero eso no importa, lo que importa es la pérdida a nivel del Ejecutivo sin importar si es Municipío o Provincia.
En cuanto a nuestros países vecinos, ya nos pasaron como alambrado caído. Brasil, Chile y Uruguay nos ganaron el mercado que descuidamos (cereales, lácteos y carnes). Y mejor que no comparemos sus niveles de educación, salud y seguridad porque es para llorar nuestra situación.

Saludos