lunes, 8 de marzo de 2010

Malvinas, Kasanzew, Giachino, Seineldin y muchos más

Si hay un tipo que todavía está entre nosotros, que tiene las bolas bien puestas y se comió un garrón por cumplir con su tarea y ser un verdadero nacionalista (antes, durante y después del quilombo), ése es Nicolás Kasanzew.

Cuando fue la guerra de Malvinas yo tenía 10 años, un pendejo que recién se empezaba a limpiar los mocos por sus propios medios. Por esos años mi realidad eran el quinto grado de colegio, los mediodías con los Tres Chiflados y Meteoro, los recreos con galletitas Manón y la gloria eran los caramelos Fiss a la salida en la tarde.

Me acuerdo patente de ese viernes 2 de abril de 1982 cuando mi vieja arrancó el pool a las 7:45 y en la primer parada para buscar a un compañero de clase su madre le pregunta "¿No tenés una escarapela puesta?", mi vieja (bien caída del catre como era) pregunta el porqué, "¡Hoy recuperamos las Malvinas!". Pobre, mi vieja no entendía nada (en casa nunca existió la costumbre de escuchar radio - AM por esos años - y no existía el noticiero de 24 horas por la tele) y le preguntaba "¿Estás segura?". Por lo visto la convenció porque su cara mientras siguió manejando ese Peugeot 504 color crema ya no era la misma. Se le habían esfumado la sonrisa y el tono jovial que la caracterizaban. Yo también supe que las Malvinas eran argentinas porque apenas entramos al aula me lo machacaron en la cabeza (jamás había escuchado el nombre Malvinas) y nos hicieron aprender de memoria el Himno de Las Malvinas para cantarlo en el primer recreo.

Durante esos días veíamos las noticias por la tele y el único que mostraba imágenes desde allá era Nicolás Kasanzew. También veíamos (o mejor dicho, mis padres veían) cosas por los diarios La Razón y La Nación y las revistas Somos y Gente.

Mi viejo se agarraba la cabeza y decía "estos pelotudos no tienen idea en qué se metieron, los ingleses no se van a dejar meter el dedo en el culo", igual fue a ofrecer sus servicios como médico. Mi vieja lloraba, estaba indignada y decía "por suerte nuestros hijos no van a ir a esa guerra".

El Señor Kasanzew era el único que nos daba información de primera mano. A través suyo yo vi entrevistas a soldados, suboficiales y oficiales, vi aviones argentinos volando entre buques ingleses y escuché crónicas de esa gesta patriótica.

Cuando ya era evidente que no se iba a invertir un mínimo esfuerzo más en esa guerra, la programación pasó de Jorge Maidana desde Buenos Aires y Nicolás Kasanzew desde las islas a el mundial de España donde "Naranjito" nos presentaba los partidos. En ese mundial nos fue como el ORTO. Pero los integrantes de la selección argentina de fútbol fueron mejor recibidos que nuestros héroes de guerra, quienes fueron ocultados y obligados a firmar documentos y a hacer juramentos de silencio.

El primero de esos héroes fue el Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, quien herido de muerte logró la rendición de la guardia británica en la casa del Gobernador de las islas. Otro héroe fue el Coronel Mohamed Alí Sieneldín, que además de trabajar en la planificación de recuperación de las islas luchó durante el conflicto al mando del Regimiento 25 de Infantería. Ambos son ejemplos de las instituciones forjadas por el Almirante Brown y el General San Martín. Al igual que estos últimos, murieron sin el reconocimiento de su Patria.

Este relato viene a cuento del manotazo de ahogado que lleva a cabo nuestro actual Gobierno (dirigido por personas que nunca se interesaron por nuestra soberanía más allá de dar discursos proselitistas) para intentar un apoyo al mejor estilo Galtieri en 1982. ¿Quieren tener el apoyo de todo el pueblo argentino? Pues entonces háganse de tripas y corazón y presenten planes para lograrlo. Discursos los da cualquier mediocre. La cara la pone cualquiera, el cuerpo lo dan los valientes.

Le guste o no a la gente, las Instituciones que forjaron a esta Nación son (en el orden que las nombro): la Iglesia, el Ejército y luego llega la República (poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo). Bastardear a las Fuerzas Armadas como se vino haciendo en los últimos 27 años y también al Congreso y Poder Judicial por la acción de algunos, no sólo es enterrar parte de nuestra historia sino parte de nuestra identidad.

Una País sin identidad es cualquier cosa menos una Nación. ¿Qué somos hoy? Un rejunte de hitos como premios Nobel, copas mundiales o medallas en algunas disciplinas deportivas, dos Oscar a la mejor película, algunos record Guiness como le río más ancho y la avenida más larga. Somos todo eso pero no somos una Nación. El esfuerzo que hicieron nuestros antecesores por lograr ese objetivo fue tirado a la basura en menos de 40 años. Y lo peor de todo, tanto oficialismo como oposición siguen insistiendo en ese despojo.

6 comentarios:

MM dijo...

Coincido plenamente.

Saludos!

Ron Damón dijo...

Muchas gracias por su visita Groncho!

Saludos

luis dijo...

Obviamente una nación se construye con muchas más cosas solidas, pero no se si será por que soy más joven o por que puedo ser un boludo optimista pero los logros en un Oscar, en algún deporte, etc, ayuda para valorarnos un poco más, para al menos en algo tan efímero y tonto estar unidos, en sentirnos un poquito orgullosos de ser argentinos, para criticar y quejarnos somos unos grosos bárbaros.
Con respecto a lo de Malvinas yo ni siquiera había nacido en esa época, pero no se que tendría que haber hecho el gobierno además del reclamo que recibió el apoyo unánime de nuestros países hermanos en la cumbre de río, que aclaro cada día les creo menos y los considero demagógicos como también a la oposición.
En fin, uno puede coincidir o no con algunos temas pero está bueno eso de plantear y abrir el debate que hace este blog, un saludo.

Ron Damón dijo...

Hola Luis: me permito tutearte ya que decís que sos más joven que yo.
Mirá, yo no creo que seas un boludo por ponerte contento por un Oscar, la copa mundial de fútbol o las medallas de las olimpiadas, para nada. Es lógico que uno se emocione y se sienta más argentino con esos hechos. Pero ahí no terminan las cosas y por ende, menos comienzan. Decime, ¿quién se acuerda cuál fue el campeón mundial de fútbol en 1950? Salvo los fanáticos y ciudadanos de los países participantes de esa final, nadie. Lo mismo pasa con las Olimpiadas y los Oscar. Son cosas pasajeras, como bien decís, efímeras.
Con respecto al reclamo que hizo nuestro Gobierno sobre las Islas Malvinas hace poquito, está muy bien. Pero hay otra cosa, con reclamos no se logra nada (eso no lo digo yo, lo demuestra la historia). Las reuniones internacionales (ya sea en la OEA, ONU, Mercosur o la que más te guste) son para rellenar columnas en los diarios y minutos de aire en los noticieros porque de ahí sólo salen palabras. Lo que realmente sirve es armar un plan de acciones concretas (acciones que pueden ser buenas o malas, con resultados positivos o negativos, pero acciones al fin) que vayan más allá de los discursos, que sean puestas en práctica.
Ahora, si hablamos de lo que es la historia de nuestro país, en los últimos años se viene tergiversando lo que pasó realmente. Para poder tener una identidad nacional hay que mostrar la totalidad de los hechos y no limitarlo a los intereses momentáneos de un mandato en particular (los mandatos son tan pasajeros como los Oscar a menos que logren su verdadero objetivo, la unión o el progreso de la Nación).
Hace tiempo que venimos escuchando que Rosas fue un tirano (sí, persiguió a sus opositores pero también hay que acordarse que defendió la soberanía como nadie), que Sarmiento promovía la matanza de gauchos por ser mestizos (sus políticas lograron que Argentina tuviese el nivel más bajo de analfabetismo a nivel mundial, y también se pudieron instruir esos gauchos a los que dicen el perseguía), que Roca fue un genocida (confunden genocidio con defensa de fronteras y conquista de nuevos territorios, el tipo combatió a quienes se les oponían y adoptó como argentinos a quienes reconocieron nuestra bandera - es lo mismo que hicieron los chin, egipcios, persas, griegos, romanos, etc, etc, etc), que Pellegrini era un oligarca (ese tipo levantó en menos de 2 años el abismo económico en el que su Presidente - Juárez Celman, quien renunció y así le dio paso al vice - había metido a la República), que Perón al igual que Rosas fue un tirano y demagogo (este último caso personalmente lo creo pero tendría que ser muy pelotudo de mi parte no reconocer sus logros sociales y su aporte al crecimiento industrial).
En fin, como para hablar del tema hay muchísimo. En este pequeño lugar siempre son todos bienvenidos para "conversar".
Gracias por dejar tu comentario.

Kasanzew Nicolas dijo...

Gracias por tus palabras, Pato.
Un fuerte abrazo malvinero.
Nicolas Kasanzew

Ron Damón dijo...

Sr. Nicolás Kasanzew: se me pianta un lagrimón leyendo su mensaje. ¡Muchas gracias!
Fuerte abrazo malvinero.