Otra vez sopa

En un nuevo acto de lo que los romanos llamaban "me cago en las Instituciones", Doña Cristina Elísabet Fernández de Kirchner reunió a la totalidad de sus soba quena (perdón, su Gabinete) y de un plumazo decretaron por necesidad y urgencia la destitución del Presidente del Banco Central de la República Argentina, Dr. Martín Redrado.

Se comenta que ante la pregunta hecha a un miembro del Gabinete sobre la autonomía del BCRA frente al Ejecutivo, éste habría dicho "nos cagamos en tantas cosas ¿y ahora vienen a rompernos las pelotas con esta pavada?".

Como es costumbre, la oposición ya puso el grito en el cielo. Ahora están en una competencia encarnizada para ver quien obtiene más minutos de cámara gracias a sus frases grandilocuentes en defensa de las Instituciones. Un consejito, el día que uno de la oposición diga "esto pasa porque a la gente le gusta que le metan el dedo en el orto, entonces vota a esta comparsa de travestis" en lugar de decir "hoy la República sufrió otro avasallamiento producto de la ambición de poder" van a tener todas las cámaras y micrófonos del planeta encima y van a tener a la gente más interesada en ellos que en Ricardo Fort (un tipo que para muchos es un salame u otros epitetos, pero para mí es un maestro porque logró lo que quería, que se hable y piense en él todos los días).

Volviendo a la oposición. Esta gente dice que va a recurrir a la Justicia y no sé cuantas cosas más. Señores oposición, a ver si se dejan de romper las pelotas y empiezan a cumplir sus amenazas. A ver si se avivan de una puta vez que tienen que hacer uso de los medios y del periodismo (no es por nada que le dicen el quinto poder). Ya sabemos que la Justicia de este país no es ciega sino que tiene una visión de 10/10, pero si ustedes no le ponen empeño tampoco van a lograr nada. Por una puñetera vez déjense de imbecilidades de vedette y júntense (derecha, centro e izquierda) y hagan que el Congreso sirva para algo más que aparecer en las postales de Buenos Aires como gran monumento arquitectónico.

Sin otro particular, cariños, Cacho.